23 julio
Gatos: la historia de cómo domesticaron al ser humano
Conferencia en línea de Olga Garibova
23 julio
Gatos: la historia de cómo domesticaron al ser humano
Conferencia en línea de Olga Garibova
23 julio
Horarios:
18.00 – 19.00
Teléfono:
+34 605 82 82 10
Dirección:
Carrer de Josep Anselm Clavé, 31,
08002 Barcelona
INSCRIPCÍON

El verano parece hecho para viajar, incluso si esos viajes solo ocurren en la imaginación. ¿Por qué no embarcarse en una fascinante travesía por aquellos lugares del mundo donde, desde hace siglos, se venera a los gatos, esas criaturas enigmáticas, elegantes y de mirada profunda? Los gatos han estado junto al ser humano mucho antes de que los perros se convirtieran en sus compañeros. ¿Cómo fue ese primer encuentro?

El 23 julio a las 18:00 horas os invitamos a la conferencia en línea “Gatos: la historia de cómo domesticaron al ser humano”. La autora y presentadora es la crítica y autora de numerosos artículos sobre la historia del teatro, profesora, productora y directora Olga Garibova.

El encuentro se realizará en línea, en ruso, con la traducción simultánea al español. 

El estatus divino de los gatos en el Antiguo Egipto no era casual: matar a uno se castigaba con la pena de muerte. Estos elegantes cazadores eran muy valorados, ya que protegían los graneros y mantenían los hogares a salvo de plagas. Los egipcios incluso los momificaban y los enterraban con los mismos honores que a los humanos. Se cuenta que el rey persa Cambises II los utilizó como escudos vivos en una batalla contra los egipcios, y venció: los soldados se negaron a atacar a animales sagrados.

Siglos más tarde, en Europa comenzaron a exterminar gatos de forma masiva, acusándolos de estar relacionados con fuerzas oscuras. Las consecuencias fueron trágicas: la población de ratas se disparó, lo que aceleró la propagación de la peste. Sin embargo, al mismo tiempo, los marineros experimentados consideraban a los gatos una parte esencial de la tripulación: los protegían, los alimentaban e incluso les cogían cariño. En las largas travesías marítimas, los gatos se convirtieron en aliados indispensables para mantener los barcos libres de roedores.

Durante el conflicto en China en 1949, el gato de un destructor británico cazaba ratas y ayudaba a mantener el ánimo de la tripulación. Por su valentía, recibió la medalla Maria Dickin, equivalente a una cruz militar. En el museo de Hemingway en Cayo Hueso todavía viven los descendientes de los gatos favoritos del escritor, reconocidos como patrimonio nacional de Estados Unidos.

En nuestro próximo encuentro hablaremos de museos dedicados a estos misteriosos animales, de ciudades donde las calles están llenas de gatos bien cuidados y alimentados, y de cafés, restaurantes, parques naturales e incluso islas libres de perros, donde la gente vive siguiendo las reglas de sus peludos dueños. También recordaremos colecciones únicas dedicadas a estos maravillosos seres, gracias a los cuales, tal vez, el ser humano encontró su verdadero hogar.

Participación gratuita con inscripción previa.

23 julio
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