El Hermitage logró que en el curso de los años trágicos se hiciera visible el rol simbólico [...] del museo. El trabajo presuntamente «rutinario» de mantenimiento del palacio y las obras de arte [...] se convirtió en el símbolo de la oposición de la cultura (el bien) a la barbarie (el mal). Esta hazaña, como cualquier otra que no ocurre en un solo instante, está compuesta por una multitud de acontecimientos, imágenes, destinos y actos que, según el punto de vista, pueden parecer grandes o pequeños...
Mijaíl Piotrovski, director del Museo del Hermitage
El 14 de mayo a las 19:00 os invitamos a la conferencia “El Hermitage. Un patrimonio salvado”, que será impartida por Anna Silyunas, crítica teatral, historiadora del arte y directora de la Fundación Cultural “CdR en Barcelona”. El encuentro se celebrará en el Salón Verde de nuestra Fundación y se ofrecerá en ruso con traducción simultánea al castellano.
El domingo 22 de junio de 1941, a las cuatro de la madrugada, las fuerzas armadas alemanas atacaron las fronteras de la Unión Soviética. Ese mismo día, Iósif Orbeli, director del Museo Estatal del Hermitage, firmó el documento que autorizaba la evacuación de los tesoros del museo.
Las obras maestras se empaquetaban sin descanso, día y noche. En solo seis días se prepararon 500.000 unidades, que fueron enviadas el 1 de julio en el primer convoy, compuesto por 24 vagones y una plataforma equipada con cañones antiaéreos.
El segundo convoy partió de Leningrado el 20 de julio, llevando 1.422 cajas con unos 700.000 objetos. El tercer convoy no pudo salir, ya que el cerco del asedio se había cerrado.
El 8 de septiembre de 1941, las tropas alemanas cortaron por tierra toda conexión de Leningrado con el resto del país. Así comenzó el asedio, que se prolongó durante 871 días y costó la vida a más de un millón de personas.
En medio del frío y el miedo del cerco del asedio, el Hermitage se convirtió en un refugio para los amantes del arte. Allí, su personal no solo continuó con el trabajo científico, sino que también se dedicó a limpiar, proteger y conservar tanto el edificio del palacio como las obras que aún quedaban.
Hablaremos de todo esto durante nuestro próximo encuentro.
Participación gratuita con inscripción previa.