Las opiniones sobre el “Cuadrado negro” de Kazimir Malévich son tan ambiguas como su paleta en blanco y negro. Algunos se apresuran a concluir que no hay nada especial en la obra del artista, mientras que otros reconocen que es el cuadro más ingenioso del siglo XX. ¿Cómo influyó el “Cuadrado negro” de Malévich en el arte contemporáneo y por qué lo podemos considerar una obra revolucionaria?

El 21 de julio a las 18.00 horas os invitamos a la conferencia en línea “Kazimir Malévich: el triunfo del cuadrado”, dedicada al inventor de una nueva corriente en el arte – el suprematismo, que consiste en el rechazo a la pintura figurativa. La autora y moderadora Natalia Doroshenko Murray es maestra en Artes, fundadora de la Kontrapunkt Gallery y autora del blog de arte contemporáneo @Art_Unlocked.

Pocas personas saben que la primera profesión de Kazimir Malévich no fue del todo creativa: trabajó de empleado en la oficina de ferrocarril en Kursk. Paralelamente, el futuro artista empieza a dibujar, soñando con trasladarse a Moscú. Los intentos de ingresar a la Escuela de Pintura de la capital de Rusia no tuvieron mucho éxito, pero la vida en Moscú le rodeó de nuevos conocidos artísticos. En 1907 participó en la XIV exposición de la Asociación de Artistas de Moscú, y en 1910 en la primera exposición de la asociación creativa de las primeras vanguardias “La Jota de Diamantes”.

En 1915 el artista creará su famoso “Cuadrado negro” para presentar en la exposición futurista “0.10”, celebrada en San Petersburgo en enero de 1916. El cuadro se convertirá en uno de los más discutidos y encontrará tanto admiradores como detractores. “Todo plano pictórico, convertido en un relieve pictórico convexo, es una escultura colorida artificial, y todo relieve convertido en plano es pintura”, escribió Malévich en su libro “Cuadrado negro”.

La historia de la creación del famoso cuadro y por qué en los últimos años de su vida el artista recurre al realismo lo descubriremos a lo largo de nuestra próxima conferencia.