23 de junio
Los impostores rusos, o la lucha por el trono
Conferencia en línea de Olga Garibova
23 de junio
Los impostores rusos, o la lucha por el trono
Conferencia en línea de Olga Garibova
23 de junio
Horarios:
18.00 – 19.00
Teléfono:
+34 605 82 82 10
Dirección:
Carrer de Josep Anselm Clavé, 31,
08002 Barcelona
INSCRIPCÍON

El 23 de junio a las 18:00 horas os invitamos a la conferencia en línea “Los impostores rusos, o la lucha por el trono”, un homenaje a la valentía y la fidelidad de las esposas de los decembristas. La autora y presentadora es la crítica y autora de numerosos artículos sobre la historia del teatro, profesora, productora y directora Olga Garibova

El encuentro se realizará en línea, en ruso, con la traducción simultánea al español. 

Los impostores solo aparecen cuando los cimientos del Estado se tambalean o están a punto de derrumbarse, y el país entra en una época de confusión y caos. En Rusia, esa etapa —conocida como la Época de las Turbulencias— estalló a comienzos del siglo XVII, cuando el Estado heredado de Iván el Terrible se encontraba en su agonía. De entre aquella sangrienta confusión —revueltas por hambre, rumores, intrigas y el odio hacia Borís Godunov, un zar que, pese a todo, no fue de los más crueles— surgió el mito del “buen” y legítimo heredero, el verdadero descendiente de los Rúrik: Dmitri Ivánovich.

Así fue como, surgido de la nada, apareció el “verdadero zar” Dmitri —o, simplemente, el falso Dmitri I. No se trataba de una figura accidental en la feroz lucha por el trono de Moscú, iniciada por los Románov en su ambición de poder. Todo indica que su aparición fue cuidadosamente preparada, lo que explica el notable éxito que tuvo al principio.

Sin embargo, los impostores, incluso cuando lograban cierto éxito momentáneo, rara vez conservaban el poder por mucho tiempo —y sus vidas solían ser breves. Tras el falso Dmitri I surgió toda una serie de imitadores que, con mayor o menor fortuna, terminaron siempre del mismo modo: en el cadalso.

En el siglo XVIII irrumpieron en la escena histórica los llamados falsos Pedros: supuestos emperadores que afirmaban ser Pedro III, milagrosamente salvado de su “esposa impostora”, Catalina II. El más famoso de todos fue Yemelián Pugachov, cabecilla de una gran revuelta popular que el poeta Aleksandr Pushkin definió como “absurda y feroz”.

Tras Pugachov, alrededor de treinta falsos Pedros siguieron recorriendo Rusia. Su influencia no se limitó al territorio ruso, sino que también se extendió a los Balcanes, donde, por primera y única vez en la historia, el impostorismo consiguió un éxito político notable.

No solo hombres aventureros reclamaban el trono. Un lugar especial en esta historia lo ocupa una mujer frágil pero valiente, conocida bajo el nombre simbólico de la princesa Tarakanova. En un momento dado, logró sacudir seriamente la autoridad y la estabilidad política del reinado de la emperatriz Catalina II, quien no descansó hasta ver eliminada a esta misteriosa desconocida.

La nueva ola de impostores no tardó en aparecer tras la caída definitiva del Imperio Ruso. El siglo XX vio surgir a numerosos falsos Nicolás II, así como a “resucitados” hijos de la familia real, siendo la más famosa la falsa Anastasia. A diferencia de épocas anteriores, estos impostores ya no reclamaban un trono inexistente, sino que buscaban acceder al supuesto legado: dinero y joyas.

¿Y qué hay del siglo XXI, que comenzó con la caída del imperio soviético?

El 23 de junio, a lo largo de nuestro encuentro, una testigo revelará una historia fascinante y única sobre los impostores en la actualidad.

Participación gratuita con inscripción previa.

23 de junio
INSCRIPCÍON