“Tsvetáyeva en sus primeras obras era un ejemplo inalcanzable para todos los simbolistas”, escribió Boris Pasternak sobre la poetisa. Konstantín Balmont destacaba su libertad interior, la fuerza lírica y la feminidad de los estados de ánimo de sus poemas, mientras que Anna Ajmátova dijo que Tsvetáyeva, como un delfín, no podía conformarse con tan solo un elemento de la naturaleza.
El 20 de octubre a las 18 horas os invitamos a participar en la conferencia en línea, dedicada al 130 aniversario del nacimiento de Marina Tsvetáyeva. La conferencia se llevará a cabo dentro del nuevo ciclo de conferencias “Mujer. Época. Destino” y será impartida por Anna Silyunas, crítica de teatro, historiadora de arte y directora de la fundación cultural “CdR en Barcelona”.
Por su pasión y la sed insaciable de amor, Marina Tsvetáyeva fue nombrada la poetisa más romántica de la Edad de Plata. Habiendo predicho su matrimonio con Sergei Efron mucho antes de conocer a su futuro esposo, Tsvetáyeva continuó buscando inspiración en amores fugaces. Por el bien de su relación con la traductora y poetisa Sofía Parnok, iba a dejar a su familia con su hija recién nacida. “No había personajes principales en mi historia. Hubo amor. Él fue el protagonista”, escribió Tsvetáyeva en “El relato de Sóniechka”, dedicado a la actriz Sofia Holliday, de 23 años. Sergei Efron cerraba los ojos a todas las traiciones y fue fiel a su esposa hasta el final de sus días.
Los años posteriores a la revolución resultaron muy difíciles para la poetisa. Después de que su esposo se fuera a la guerra, Marina Tsvetáyeva se quedó en Moscú sola con dos niños pequeños. Del 1917 al 1929 escribió varios ciclos de poemas y seis obras románticas de teatro. La poesía de esa época para Tsvetáyeva es una isla de esperanza, que ayuda a escapar de la terrible realidad.
Luego siguieron los años de emigración, el reencuentro con su marido en Praga y el nacimiento de su hijo Mur, el suicidio de Mayakovski, que conmocionó profundamente a Tsvetáyeva, el encuentro fallido con su ídolo de toda la vida, el poeta Rainer Maria Rilke, los años difíciles y sin dinero en París, el regreso de su esposo y su hija a la Unión Soviética y, como resultado, el regreso de Tsvetáyeva a la URSS en 1939.
En 1941, Tsvetáyeva se ahorcó con la misma cuerda que le trajo Boris Pasternak, quien ayudó a la poetisa a empaquetar sus cosas antes de ser evacuada en el inicio de la guerra: “Esta cuerda lo aguantará todo, hasta un ahorcado”, dijo sin pensar otra cosa el poeta.
Nuestra próxima conferencia trata sobre la vida y el destino de esta mujer extraordinaria, una poetisa brillante que nos dejó diecisiete poemas, ocho obras de teatro, cincuenta obras en prosa, más de ochocientos poemas y unas mil cartas.
La conferencia se realizará online en ruso con traducción simultánea al español.
Participación gratuita con inscripción previa.