Soñador, místico y metafísico. Ciudadano de tres estados y uno de los fundadores del abstraccionismo en la pintura, Vasili Kandinski no representa solo la vanguardia rusa sino también mundial. El eterno viajero e inspirador de muchas generaciones de artistas, quien desarrolló las reglas de la pintura y buscó dar al arte un carácter científico.
El 23 de junio a las 18:00 os invitamos a la conferencia "Vasili Kandinski y su mundo abstracto", que tratará del artista cuyo trabajo ha cambiado el mundo de la pintura y ha hecho descubrir una nueva función y significado del color. A Vasili Kandinski, quien soñó con la síntesis de todas las artes en nombre de la renovación espiritual de la sociedad, estará dedicada nuestra próxima conferencia, que será impartida por María García, arquitecta, diseñadora y art-manager de Casa de Rusia.
Vasili Kandinski comenzó su carrera como artista relativamente tarde, a la edad de 30 años. Al conocer la pintura "Pajar" de Claude Monet en la exposición de los impresionistas franceses en 1896 en Moscú, el futuro artista decidió romper con la ciencia, dejando una prometedora carrera como profesor en la prestigiosa Universidad Dorpat, y se fue a Munich, que pronto se convirtió en su segundo hogar.
Incapaz de aceptar la línea de estudios en la Academia de las Artes de Munich, en 1901 Kandinski fundó la Falanga, una asociación que se oponía al conservadurismo de las instituciones artísticas. Pero el principal período de descubrimientos importantes de Kandinsky tuvo lugar cuatro años más tarde en los Alpes Bávaros en el pueblo de Murnau, que hoy en día es conocido como la "cuna del arte abstracto". Aquí nacieron los famosos paisajes del artista, creados sobre contrastes de colores llamativos con cierto predominio de la luz pura y la transformación del espacio.
La música y la pintura también fueron conceptos inseparables para Kandinski. El artista creía que es posible trasladar la música al lienzo, al igual que las notas dibujadas en una hoja de papel se convierten en una melodía. “El color es un teclado, los ojos son martillos y el alma es un piano con muchas cuerdas. El artista es la orquesta que toca las teclas para provocar vibraciones en el alma”.
Cómo se desarrolló la vida posterior de Kandinski y quién legó sus pinturas al Centro Pompidou en París, lo descubriremos durante nuestra conferencia el 23 de junio.
El encuentro se realizará en línea, en ruso y con la traducción simultánea al castellano.
Participación gratuita con inscripción previa.