Los nombres de Valeri Briúsov y Andrei Bely, poetas simbolistas de la Edad de Plata, son bien conocidos más allá de los círculos literarios. Pero, ¿quién es Nina Petrovskaya y qué papel tuvo en la vida de la sociedad literaria del siglo XX?

El 29 de junio a las 18 horas os invitamos a participar en la conferencia en línea “Ángeles y demonios: Andrei Bely, Valeri Briúsov, Nina Petrovskaya”, que se llevará a cabo dentro del ciclo de conferencias “La historia de un amor”. La autora y presentadora Anna Silyunas es crítica de teatro, historiadora de arte y directora de la fundación cultural “Casa de Rusia en Barcelona”.

La vida de la élite literaria de principios del siglo XX es inimaginable sin la esposa y asistente del propietario de la editorial Grif, Nina Petrovskaya. Miembro del círculo de los Argonautas, anfitriona de un salón literario y aspirante a escritora, era encantadora, dulce y, según el poeta Aleksandr Blok, "bastante inteligente". El poeta y traductor Vladislav Khodasevich decía que Nina “quiso jugar su vida” y lo hizo “con más habilidad y decisión que otros”.

En el brillante torbellino de la vida bohemia de aquella época, Nina Petrovskaya asumió inmediatamente un papel destacado y enamoró a todos, siendo muy entusiasta en las cartas, sabiendo del espiritismo y del erotismo que muchas veces estaba simulado como un servicio místico a la Bella Dama. No es extraño que el poeta Andrei Bely, que en ese momento era venerado como un genio brillante, un ángel y, a veces, un profeta, empezara a mostrar su interés por ella. Es cierto que su historia de amor no duró mucho. A Bely se le reprochaba que su musa era demasiado terrenal y le predecía una relación más platónica. El poeta decidió acabar con esta historia y no quiso saber nada más sobre Petrovskaya. Nina decidió vengarse. Así describió Bely más tarde aquella noche:

‍“Ella [...] me apuntó con un revólver, estaba a punto de disparar. Yo no me moví. Me paré frente a ella en el escenario, con los brazos extendidos, y esperé. De verdad, estaba esperando la muerte. Pero ella no me disparó. Apuntó con el revólver a Briúsov. Y él, como un leopardo, — ¿y de dónde viene tanta destreza en él, torpe y frágil?—  saltó del escenario y le arrebató el revólver de la mano. Ella logró disparar, pero la bala golpeó el techo. Nadie fue asesinado. Nadie resultó herido".‍

Dicen, que el revólver con el que se llevó a cabo el asesinato fue entregado a Petrovskaya por Valery Briúsov, un poeta sombrío cuyas habilidades místicas se rumoreaban ampliamente. El escritor de carácter demoníaco ganó el corazón de Nina, que no podía entender si estaba más enamorada de él, de su obra o de sus habilidades mágicas. Briúsov dedicó la novela "El ángel ardiente" a Petrovskaya, cuya heroína principal parecía demasiado a su amada. Nina trataba de imitar a la imaginaria Renata en todo,  incluso se convirtió al catolicismo.

Cuál fue el destino de Nina Petrovskaya y cómo terminó la vida de la heroína de la novela de Briúsov, lo descubriremos durante nuestra próxima conferencia.