Durante seis años de matrimonio, Antón Pavlovich Chéjov escribió una cantidad incalculable de cartas a su esposa Olga Leonidovna Knipper-Chéjova. Nadie comprendía sus relaciones, y ellos, habiéndose casado en secreto, no tenían intención de explicar nada a nadie. Vivían en diferentes ciudades, respetando la dedicación al arte, la creatividad y la libertad de cada uno. “Ojalá tenga una esposa que, como la Luna, aparezca en mi cielo no todos los días”, bromeaba el escritor antes de conocer a su futura mujer, prediciendo involuntariamente su destino.

El 9 de mayo a las 18:00 os invitamos a la conferencia en línea ‘Antón Chéjov y Olga Knipper-Chéjova’, dedicada a estos dos grandes artistas sin los que es imposible imaginar la historia del Teatro de Arte de Moscú. La conferencia será impartida por el profesor Vidmantas Silyunas, doctor en Historia del Arte y Artista de Honor de la Federación de Rusia, Jefe del Departamento de la Escuela-Estudio MKHAT (Teatro de Arte de Moscú), y caballero de la Orden del Mérito Civil.

El 17 de enero de 1860, en Taganrog, nació el tercer hijo de Pavel Egorovich Chéjov y Evgenia Yakovlevna Morozova, un niño llamado Antón. Recordando la historia de los seis hijos de esta familia, Antón Pavlovich dirá: “El despotismo y la mentira han afectado a nuestra infancia…”. Su padre, un hombre tacaño y rudo, obligaba a los niños no solo a cantar en el coro de la iglesia, sino también a trabajar en la tienda. Mientras que la familia esperaba que el futuro escritor escogería una carrera de sastre, el joven Chéjov soñaba con el teatro y la dramaturgia. ‘No había mayor placer para mí que estar en el teatro’, escribió más tarde Antón Pavlovich. Después de mudarse a Moscú, Chéjov comenzó a estudiar en la facultad de medicina de la universidad, ganándose la vida con su trabajo literario. Debutó como escritor con el cuento ‘Carta a un vecino erudito’ en la revista ‘Strekoza’ (‘Libelula’).

En 1886, el popular humorista Antosha Chejonté se convirtió en Antón Chéjov, creador de una prosa y dramaturgia. En 1898, durante los ensayos de ‘La gaviota’ en el Teatro de Arte de Moscú, el escritor conoció a la actriz Olga Knipper, quien interpretó el papel de Arkadina, y que en 1901 se convertiría en su esposa.

Olga Leonidovna Knipper nació el 21 de septiembre de 1868 en una familia de un alemán rusificado, el ingeniero Leonard Knipper, y la pianista Anna Ivanovna Zalts. En las actuaciones que se organizaban con frecuencia en esta talentosa familia musical, Olga encontró su vocación y en 1885 ingresó en la escuela de teatro del Conservatorio de Moscú (ahora GITIS). El director Vladímir Ivánovich Nemiróvich-Dánchenko, destacó a la talentosa estudiante y no solo la invitó a la troupe cuidadosamente selecta del Teatro de Arte de Moscú, sino que también le dio el papel principal en una obra con que debutó el nuevo colectivo teatral. El papel de la tsaritsa Irina en la obra ‘El Zar Fiodor Ivanovich’, de Aleksei Tolstoi, se convertirá en el primer gran éxito de la futura leyenda del Teatro de Arte.