El 7 de julio a las 19 horas, el Cineclub de Casa de Rusia os invita a ver la proyección del largometraje soviético “Igla”, filmado por el director kazajo Rashid Nugmanov. La película, al ser la primera en desvelar la catástrofe ecológica del mar de Aral, enseguida se convirtió en la obra más vista y popular de la era soviética. El personaje principal, el músico Víctor Tsoi, fue nombrado mejor actor del 1989 por la revista “Sovetskiy ecran” (“Pantalla soviética”). “Igla aún no se había filmado, pero la gente ya rumoreaba sobre la película”, recordaba muchos años después el director Rashid Nugmanov.

Al regresar a su ciudad natal Alma-Ata, Moro (Víctor Tsoi) encuentra a su excompañera de clase, y antiguo amor, Dina (Marina Smirnova). Después de pasar varios días con ella, Moro se da cuenta de los extraños cambios que se han producido en ella mientras no se han visto; y entiende que en la vida de Dina han aparecido unos peligrosos amigos: las drogas y la adicción. Para salvar a su amiga, Moro lleva a Dina al Mar de Aral, donde ella empieza a recuperarse. ¿Podrá la joven resistir la tentación y no volver al mismo camino vicioso al regresar a la ciudad?

La película transmite el mayor miedo de la perestroika: la adicción a la heroína, una peligrosa afición que destruyó la vida de más de una generación. En una entrevista, Víctor Tsoi señaló que “Igla” no trata sobre adictos a las drogas, sino sobre la facilidad con la que se puede seducir o mal influenciar a una persona y no es absolutamente necesario usar drogas para esto. En el filme, el músico no solo desempeñó el papel principal, sino que también se convirtió en el autor de las bandas sonoras.

“Estábamos creando nuestra propia película, una que no parecía a las que solíamos ver hasta ahora”, comentó el director Nugmanov, recordando el rodaje del largometraje. “Todo lo que quedó del guion fue el esquema general de la trama, casi todos los diálogos se nos ocurrieron a la hora de la grabación. [...] Necesitaba que Víctor delante de la cámara siguiera siendo él mismo, y parecía que le gustaba mi propuesta. Al final, todo salió bien y el público recibió nuestro trabajo con entusiasmo. Todos sintieron que lo que hemos hecho se trataba de una especie de cine nuevo”.

La película se proyectará en la Casa de Rusia en ruso con subtítulos en inglés.

Participación gratuita con inscripción previa.

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