El 22 de octubre de 1870 nació el escritor y poeta Ivan Bunin. El café literario de la Casa de  Rusia os invita el próximo viernes 25 de octubre a celebrar juntos el cumpleaños de este destacado autor.

El último clásico ruso prerrevolucionario y el primer premio Nobel de literatura ruso, se distinguía por la independencia de sus criterios, según la expresión precisa del famoso poeta y crítico Georgy Adamovich, "Leía a la gente, sabía precisamente qué preferirían esconder”.

"Nací demasiado tarde, si hubiera nacido antes, tendría otros recuerdos como escritor. No tendría que haber sobrevivido... el año 1905, luego la Primera Guerra Mundial, después el año 1917 y su continuación, a Lenin, a Stalin, a Hitler ... ¡Que gran envidia de nuestro bisabuelo Noé! Un solo diluvio cayó de su parte ... " – escribió Bunin en sus memorias. Al no aceptar absolutamente los acontecimientos revolucionarios de 1917, el escritor abandonó Rusia y vivió en el extranjero hasta el final de su vida. "Salí de Moscú el 21 de mayo de 1918, vivía en el sur de Rusia, que pasaba de mano en mano de los blancos a los rojos y, el 26 de enero de 1920, después de sufrimientos terribles, mentales y emocionales, emigré primero a los Balcanes, luego a Francia. En Francia, viví por primera vez en París, desde el verano de 1923 me mudé a los Alpes-Maritimos, volviendo a París sólo por algunos meses en invierno.

En 1933 recibí el Premio Nobel. En la emigración, escribí diez nuevos libros. (Ivan Bunin "Notas Avtobiográficas").

Sin embargo, como dijo muy claramente el secretario del escritor Andrei Sedykh, "Bunin no tenía que vivir en Rusia para escribir sobre ella: Rusia vivía en él, él era - Rusia».

“Comience a leer a Bunin... y se sentirá totalmente envuelto en la atmósfera de la Rusia de Bunin, una Rusia única, con todos sus rasgos adorables: iglesias antiguas, monasterios, el sonido de las campanas, cementerios de pueblo, las masías de los nobles abandonadas; con su lenguaje rico y colorido, con sus refranes, dichos y cuentos, que no podréis encontrar en las obras de Turgenev o de Chejov.

Pero esto no es todo: Nadie pudo explicar con tanta claridad y precisión psicológica, el sentimiento principal del hombre: el amor», – escribió en su artículo "Invitación a Bunin" el crítico literario Zinaida Partis.