En 1957, se estrenó en las pantallas de los cines soviéticos ‘La bruja’, la película protagonizada por Marina Vlady, que literalmente hechizó al público. La hermosa rubia de 17 años conquistó no solo a los hombres, sino también a las mujeres, que querían parecerse a ella. Pero el admirador más apasionado y decidido de la joven francesa resultó ser el actor del Teatro Taganka, Vladímir Vysotski, quien al conocer a Vlady a través de la pantalla dijo: ‘¡Será mi mujer!’

El 1 de junio a las 19:00 os invitamos a la conferencia ‘Vladímir Vysotski y Marina Vlady’, dedicada a la increíble historia de amor de una actriz francesa y un bardo soviético. La conferencia será impartida por el profesor Vidmantas Silyunas, doctor en Historia del Arte y Artista de Honor de la Federación de Rusia, Jefe del Departamento de la Escuela-Estudio MKHAT (Teatro de Arte de Moscú), y caballero de la Orden del Mérito Civil.

Se conocieron en 1967 en el Festival Internacional de Cine de Moscú. En aquella época, Vlady ya era una actriz mundialmente famosa y ganadora del premio del Festival de Cine de Cannes. Vysotski aún no era popular, pero actuaba en el legendario Teatro Taganka, mientras que sus canciones se conocían en Moscú. Después de ver la obra ‘Pugachov’ con la participación de Vladímir, que causó una gran impresión en Vlady, ambos fueron invitados a cenar en un restaurante, donde Vysotski soltó: ‘Finalmente te he conocido. ¡Serás mi esposa!’. Marina solo se rio, ya que había recibido confesiones similares no solo de cientos, sino de miles de hombres e incluso mujeres: ‘Me enamoré de ti, eres mi heroína!’

Se casaron en enero de 1970 y vivieron una historia de amor increíble, según las palabras de Vlady, ‘quizás una de las más asombrosas del siglo pasado’.

En esta historia de amor, que duró 12 años, hubo admiración mutua por la creatividad y el talento del otro, celos y separaciones, la disposición de Vlady -una estrella mundial- a dejar en segundo plano su carrera y su cómodo estilo de vida parisino para estar cerca de su amado Volodia. Y, por supuesto, el talento y el temperamento más brillante de Vysotski, cuya vida se interrumpió cuando tenía tan solo 42 años.

‘Vivo 12 años, protegido por Dios y por ti’, escribió en su último poema.

Nuestra conferencia el 6 de junio tratará sobre el gran amor entre las largas despedidas y cortos encuentros, sobre la libertad, el talento y la creatividad.

La conferencia se realizará en la Fundación, en ruso.